¿Has oído hablar del exilio ecológico?

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La expre­sión cien­tí­fi­ca ‘exi­lio eco­ló­gi­co’ se está con­vir­tien­do tris­te­men­te en par­te de nues­tro voca­bu­la­rio común, por­que se está con­vir­tien­do en algo mucho más común. Al igual que la cri­sis cli­má­ti­ca de la que pro­vie­ne, el fenó­meno aho­ra es glo­bal.

¿Qué es el exilio ecológico?

El tér­mino “exi­lio eco­ló­gi­co” se refie­re a la des­pla­za­mien­to for­za­do de pobla­cio­nes asen­ta­das debi­do a la cri­sis eco­ló­gi­ca y cli­má­ti­ca.

Es el tér­mino aca­dé­mi­co de ser for­za­do a dejar su región o país por­que su ya no es segu­ro o salu­da­ble, gra­cias al cam­bio cli­má­ti­co. Gra­cias al aumen­to anor­mal del nivel del mar, la ero­sión ace­le­ra­da, la esca­sez de agua, la sobre­ex­plo­ta­ción agrí­co­la o los cam­bios geo­ló­gi­cos, como el hun­di­mien­to o ablan­da­mien­to del sue­lo.

La desig­na­ción se vol­vió más uti­li­za­da entre los aca­dé­mi­cos des­pués de que el inves­ti­ga­dor cana­dien­se Derek Gald­win, miem­bro del Con­se­jo de Inves­ti­ga­cio­nes en Cien­cias Socia­les y Huma­ni­da­desde su país, publi­có su libro Exi­lio eco­ló­gi­co: injus­ti­cia espa­cial y huma­ni­da­des ambien­ta­les.

Len­ta defo­res­ta­ción en la sel­va ama­zó­ni­ca por Wara­nont (Joe)

De Latinoamérica a Europa

Perio­dis­ta cien­tí­fi­co expe­ri­men­ta­do, fun­da­dor y direc­tor de la revis­ta Aquí Lati­nos, Edwin Pérez Uberhua­ga acce­dió a com­par­tir con noso­tros su tes­ti­mo­nio sobre el tema.

Edwin Pérez Uberhua­ga emi­gró a Euro­pa hace 15 años des­de Boli­via. Se casó con Esther, una encan­ta­do­ra mujer fran­ce­sa. Aho­ra vive entre Espa­ña y Sui­za, via­jan­do por todo el con­ti­nen­te para infor­mar sobre la vida ordi­na­ria y extra­or­di­na­ria de los lati­no­ame­ri­ca­nos en Euro­pa.

Edwin Pérez Uberhua­ga en París el día de nues­tra entre­vis­ta, 18 de febre­ro de 2023

La revis­ta es una com­pi­la­ción de his­to­rias per­so­na­les y artícu­los de opi­nión sobre even­tos polí­ti­cos en Euro­pa y las Amé­ri­cas. Refle­xio­na sobre la exis­ten­cia de los lati­nos en Euro­pa, algu­nos de los cua­les no se muda­ron a este lado del char­co por amor, elec­ción o ambi­ción, sino por­que cau­sas eco­ló­gi­cas los obli­ga­ron a mudar­se.

Sobre el tema, Pérez Uberhua­ga nos dijo:

Soy tes­ti­go del exi­lio eco­ló­gi­co moderno. En más de 30 años de via­jar por el mun­do como perio­dis­ta, he sido tes­ti­go de un fenó­meno que no es nue­vo pero que se ha inten­si­fi­ca­do mucho: el exi­lio eco­ló­gi­co. Casi todos hablan de exi­lios polí­ti­cos, eco­nó­mi­cos, labo­ra­les o migra­cio­nes por estu­dio, tra­ba­jo, amor o aven­tu­ra, pero pocos se refie­ren a la par­ti­da dolo­ro­sa de un cen­tro rural afec­ta­do por el cam­bio cli­má­ti­co o tra­ge­dias natu­ra­les o indu­ci­das por la gue­rra.

He vis­to agri­cul­to­res que sufren sequías o inun­da­cio­nes y lue­go los he vis­to en una ciu­dad euro­pea sufrien­do qui­zás el doble o el tri­ple de trau­ma migra­to­rio, no enten­der las reglas de la “gran ciu­dad” (metro, tran­vías, pagos ban­ca­rios, vivir en blo­ques de apar­ta­men­tos, etc.). Estu­ve en la región ama­zó­ni­ca de Boli­via, Perú y Bra­sil (Bol­pe­bra), afec­ta­da por la sobre­ex­plo­ta­ción del oro y la tie­rra por los quí­mi­cos usa­dos para hacer la cocaí­na. Visi­té el des­apa­re­ci­do y mile­na­rio lago Poo­pó en Oru­ro, Boli­via, cami­né por la zona calien­te de Bari­nas en Vene­zue­la, o el Mar Cari­be de Colom­bia, cuyos peces ya no viven tan­to como antes.

Me lo aso­mé al aho­ra con­ta­mi­na­do Nilo en Egip­to o a las aguas más o menos bien con­ser­va­das del Mar Muer­to en Israel, don­de el sis­te­ma hidro­pó­ni­co lucha por sem­brar en desier­tos vacíos. Más recien­te­men­te, he vis­to los ríos Tajo y Due­ro que lle­gan a Espa­ña y el naci­mien­to del Atlán­ti­co en Por­tu­gal, cuyas aguas tam­bién están con­ta­mi­na­das.

He atra­ve­sa­do los Alpes sui­zos, fran­ce­ses e ita­lia­nos en auto­bús, don­de el frío y la nie­ve obli­ga­ron a muchos a migrar al paraí­so lati­no­ame­ri­cano. Hoy, estas mon­ta­ñas están per­dien­do su nie­ve y obli­gan­do a la pro­duc­ción arti­fi­cial para los depor­tes de invierno.

A toda la basu­ra que había antes, aho­ra se le suma la exis­ten­cia de mas­ca­ri­llas, pre­ser­va­ti­vos y enva­ses de bebi­das y medi­ca­men­tos, que son inge­ri­dos por ani­ma­les que lue­go caza­mos y come­mos, den­tro de un círcu­lo vicio­so muy peli­gro­so.

El exi­lio polí­ti­co y eco­nó­mi­co casi tie­ne reglas cla­ras. Pero el exi­lio eco­ló­gi­co es más difí­cil de enten­der y expli­car.

¿Cómo com­pren­der que un indí­ge­na o cam­pe­sino tie­ne que hacer male­tas para irse a otro terri­to­rio extra­ño? ¿Cómo expli­car a un con­sul o un agen­te migra­to­rio que no hay otra alter­na­ti­va?

Edwin Pérez Uberhua­ga para Para­dig­me Mode
Refu­gia­do Que­cha

“En paí­ses como Colom­bia, no solo exis­te el exi­lio eco­ló­gi­co, sino tam­bién líde­res cam­pe­si­nos que fue­ron obli­ga­dos a dejar sus tie­rras por opo­ner­se a las trans­na­cio­na­les que explo­tan irra­cio­nal­men­te el agua y los recur­sos natu­ra­les de sus tie­rras.

En mis tres libros y cien edi­cio­nes de la revis­ta Aqui Lati­nos tra­to de infor­mar sobre ese pro­ce­so y, como otros, mos­trar el “ros­tro de la migra­ción” que pue­de tomar muchas for­mas: cam­po-cam­po, cam­po-ciu­dad o cam­po-país extra­ño.

Pre­ci­sa­men­te ese ros­tro que­ma­do por el sol y esas manos enca­lle­ci­das que hoy deben cum­plir con otros ofi­cios nos mues­tran que aún que­da una gran asig­na­tu­ra pen­dien­te con este tipo de exi­lia­dos. Naci­dos y cria­dos con su Pacha­ma­ma (Madre Tie­rra), aho­ra están lejos de sus mon­ta­ñas, bos­ques y mares, sin que nadie com­pren­da la mag­ni­tud de su con­di­ción de víc­ti­mas del eco­ci­dio moderno.

De cual­quier mane­ra, debe­mos devol­ver­les sus tie­rras, higie­ni­za­das y pro­duc­ti­vas. Tam­bién debe­mos enten­der las raí­ces de su migra­ción. Es lo menos que pode­mos hacer para vol­ver al equi­li­brio entre el hom­bre y la natu­ra­le­za dijo Edwin Pérez Uberhua­ga el 20 de febre­ro de 2023.

Una tensión añadida para los líderes europeos

Si bien Euro­pa ya enfren­ta una cri­sis migra­to­ria polí­ti­ca y eco­nó­mi­ca, el fenó­meno con­ti­núa exten­dién­do­se. Si se hizo evi­den­te por pri­me­ra vez cuan­do los inmi­gran­tes de ultra­mar comen­za­ron a con­tar sus his­to­rias y razo­nes para emi­grar, tam­bién está en mar­cha den­tro de nues­tras pro­pias pare­des.

El exi­lio eco­ló­gi­co ha tras­la­da­do –y sigue tras­la­dan­do– per­so­nas del Este al Oes­te euro­peo o del Medi­te­rrá­neo a tie­rras del nor­te, den­tro y fue­ra del espa­cio Schen­gen.

Ori­lla con­ta­mi­na­da en el Medi­te­rrá­neo, por Nigel Walla­ce

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Escri­to por Malu Ben­ja­mín
febre­ro 24, 2023

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