¿Has oído hablar del exilio ecológico?
La expresión científica ‘exilio ecológico’ se está convirtiendo tristemente en parte de nuestro vocabulario común, porque se está convirtiendo en algo mucho más común. Al igual que la crisis climática de la que proviene, el fenómeno ahora es global.
¿Qué es el exilio ecológico?
El término “exilio ecológico” se refiere a la desplazamiento forzado de poblaciones asentadas debido a la crisis ecológica y climática.
Es el término académico de ser forzado a dejar su región o país porque su ya no es seguro o saludable, gracias al cambio climático. Gracias al aumento anormal del nivel del mar, la erosión acelerada, la escasez de agua, la sobreexplotación agrícola o los cambios geológicos, como el hundimiento o ablandamiento del suelo.
La designación se volvió más utilizada entre los académicos después de que el investigador canadiense Derek Galdwin, miembro del Consejo de Investigaciones en Ciencias Sociales y Humanidadesde su país, publicó su libro Exilio ecológico: injusticia espacial y humanidades ambientales.
De Latinoamérica a Europa
Periodista científico experimentado, fundador y director de la revista Aquí Latinos, Edwin Pérez Uberhuaga accedió a compartir con nosotros su testimonio sobre el tema.
Edwin Pérez Uberhuaga emigró a Europa hace 15 años desde Bolivia. Se casó con Esther, una encantadora mujer francesa. Ahora vive entre España y Suiza, viajando por todo el continente para informar sobre la vida ordinaria y extraordinaria de los latinoamericanos en Europa.
La revista es una compilación de historias personales y artículos de opinión sobre eventos políticos en Europa y las Américas. Reflexiona sobre la existencia de los latinos en Europa, algunos de los cuales no se mudaron a este lado del charco por amor, elección o ambición, sino porque causas ecológicas los obligaron a mudarse.
Sobre el tema, Pérez Uberhuaga nos dijo:
“Soy testigo del exilio ecológico moderno. En más de 30 años de viajar por el mundo como periodista, he sido testigo de un fenómeno que no es nuevo pero que se ha intensificado mucho: el exilio ecológico. Casi todos hablan de exilios políticos, económicos, laborales o migraciones por estudio, trabajo, amor o aventura, pero pocos se refieren a la partida dolorosa de un centro rural afectado por el cambio climático o tragedias naturales o inducidas por la guerra.
He visto agricultores que sufren sequías o inundaciones y luego los he visto en una ciudad europea sufriendo quizás el doble o el triple de trauma migratorio, no entender las reglas de la “gran ciudad” (metro, tranvías, pagos bancarios, vivir en bloques de apartamentos, etc.). Estuve en la región amazónica de Bolivia, Perú y Brasil (Bolpebra), afectada por la sobreexplotación del oro y la tierra por los químicos usados para hacer la cocaína. Visité el desaparecido y milenario lago Poopó en Oruro, Bolivia, caminé por la zona caliente de Barinas en Venezuela, o el Mar Caribe de Colombia, cuyos peces ya no viven tanto como antes.
Me lo asomé al ahora contaminado Nilo en Egipto o a las aguas más o menos bien conservadas del Mar Muerto en Israel, donde el sistema hidropónico lucha por sembrar en desiertos vacíos. Más recientemente, he visto los ríos Tajo y Duero que llegan a España y el nacimiento del Atlántico en Portugal, cuyas aguas también están contaminadas.
He atravesado los Alpes suizos, franceses e italianos en autobús, donde el frío y la nieve obligaron a muchos a migrar al paraíso latinoamericano. Hoy, estas montañas están perdiendo su nieve y obligando a la producción artificial para los deportes de invierno.
A toda la basura que había antes, ahora se le suma la existencia de mascarillas, preservativos y envases de bebidas y medicamentos, que son ingeridos por animales que luego cazamos y comemos, dentro de un círculo vicioso muy peligroso.
El exilio político y económico casi tiene reglas claras. Pero el exilio ecológico es más difícil de entender y explicar.“
¿Cómo comprender que un indígena o campesino tiene que hacer maletas para irse a otro territorio extraño? ¿Cómo explicar a un consul o un agente migratorio que no hay otra alternativa?
Edwin Pérez Uberhuaga para Paradigme Mode
“En países como Colombia, no solo existe el exilio ecológico, sino también líderes campesinos que fueron obligados a dejar sus tierras por oponerse a las transnacionales que explotan irracionalmente el agua y los recursos naturales de sus tierras.
En mis tres libros y cien ediciones de la revista Aqui Latinos trato de informar sobre ese proceso y, como otros, mostrar el “rostro de la migración” que puede tomar muchas formas: campo-campo, campo-ciudad o campo-país extraño.
Precisamente ese rostro quemado por el sol y esas manos encallecidas que hoy deben cumplir con otros oficios nos muestran que aún queda una gran asignatura pendiente con este tipo de exiliados. Nacidos y criados con su Pachamama (Madre Tierra), ahora están lejos de sus montañas, bosques y mares, sin que nadie comprenda la magnitud de su condición de víctimas del ecocidio moderno.
De cualquier manera, debemos devolverles sus tierras, higienizadas y productivas. También debemos entender las raíces de su migración. Es lo menos que podemos hacer para volver al equilibrio entre el hombre y la naturaleza“ dijo Edwin Pérez Uberhuaga el 20 de febrero de 2023.
Una tensión añadida para los líderes europeos
Si bien Europa ya enfrenta una crisis migratoria política y económica, el fenómeno continúa extendiéndose. Si se hizo evidente por primera vez cuando los inmigrantes de ultramar comenzaron a contar sus historias y razones para emigrar, también está en marcha dentro de nuestras propias paredes.
El exilio ecológico ha trasladado –y sigue trasladando– personas del Este al Oeste europeo o del Mediterráneo a tierras del norte, dentro y fuera del espacio Schengen.
Explora en profundidad
- Exilio ecológico: injusticia espacial y humanidades ambientales, D. Galdwin, 2018
- Aquí Latinos Internacional, Testimonio de Edwin Pérez Uberhuaga, 2023
- Esa sensación de hundimiento de nuevo: de Joshimath a Shimla a través de McLeodganj y Dharamshala, Ashwani Sharma, 2023
- Escasez de agua, SIWI – Experto líder en gobernanza del agua