¿Qué es el Turismo de Arte? Una forma de viajar sostenible

Obras de arte - Qué es el turismo de arte

El turis­mo de arte es una for­ma de via­je que gira en torno a la par­ti­ci­pa­ción en acti­vi­da­des artís­ti­cas y cul­tu­ra­les, en entor­nos turís­ti­cos o his­tó­ri­cos. A veces deno­mi­na­do turis­mo crea­ti­vo, impli­ca visi­tar des­ti­nos que tam­bién cuen­tan con exhi­bi­ción de arte. Ofre­ce una expe­rien­cia de via­je úni­ca y con­tri­bu­ye a la con­ser­va­ción y reapro­pia­ción de espa­cios cul­tu­ra­les que de otro modo podrían haber­se per­di­do.

Respiración y Aire fresco en la historia

Para visi­tan­tes, Turis­mo de Arte se tra­du­ce en la explo­ra­ción de sitios his­tó­ri­cos, museos, gale­rias, pue­blos o exhi­bi­cio­nes con una fres­ca pers­pec­ti­va. Tam­bién pue­de pare­cer par­ti­ci­par en talle­res crea­ti­vos o ver actuar a los artis­tas loca­li­za­dos. Pero por qué es impor­tan­te?

Artis­tas calle­je­ros actuan­do en el Fes­ti­val Frin­ge, en el cen­tro his­tó­ri­co de Edim­bur­go, capi­tal de Esco­cia.
© David Mon­teith-Hod­ge / Socie­dad Frin­ge del Fes­ti­val de Edim­bur­go

Las ini­cia­ti­vas e inter­ven­cio­nes artís­ti­cas crean un nue­vo inte­rés en des­ti­nos his­tó­ri­cos que de otro modo podrían haber sido pasa­dos por alto, olvi­da­dos o sub­fi­nan­cia­dos.

La prác­ti­ca pro­mue­ve la con­ser­va­ción de des­ti­nos his­tó­ri­cos y espa­cios cul­tu­ra­les que podrían haber caí­do en mal esta­do o aban­dono. Al atraer a los turis­tas con el arte, estos luga­res reci­ben la aten­ción y la inver­sión que tan­to nece­si­tan para su con­ser­va­ción. Per­mi­te a las comu­ni­da­des finan­ciar la res­tau­ra­ción de edi­fi­cios his­tó­ri­cos e inclu­so revi­ta­li­zar vecin­da­rios. Evi­tan la pér­di­da de un patri­mo­nio cul­tu­ral inva­lua­ble.

Muchas peque­ñas ciu­da­des y pue­blos de Euro­pa, por ejem­plo, han sido tes­ti­gos de un impor­tan­te desa­rro­llo eco­nó­mi­co a tra­vés de turis­mo artis­ti­co. Al apro­ve­char sus bie­nes cul­tu­ra­les y su patri­mo­nio, estos des­ti­nos atraen turis­tas, crean pues­tos de tra­ba­jo y fomen­tan una eco­no­mía local diná­mi­ca.

Las aso­cia­cio­nes, los donan­tes y las orga­ni­za­cio­nes inter­na­cio­na­les desem­pe­ñan un papel cru­cial en el apo­yo a este tipo de esfuer­zos, a menu­do tra­ba­jan­do sin fines de lucro para garan­ti­zar la sos­te­ni­bi­li­dad de los pro­yec­tos y su impac­to posi­ti­vo en la comu­ni­dad local.

(La la la la) El Turismo de arte está en todo el mundo

Debi­do a su éxi­to en la reac­ti­va­ción de las eco­no­mías loca­les, el turis­mo artís­ti­co se ha mul­ti­pli­ca­do recien­te­men­te en toda Euro­pa y el res­to del mun­do. Las ini­cia­ti­vas rela­cio­na­das con la prác­ti­ca pue­den mani­fes­tar­se de la for­ma más regio­nes dis­pa­res, cada uno con su patri­mo­nio artís­ti­co úni­co espe­ran­do a ser explo­ra­do.

Un ejem­plo posi­ti­vo es PRO­YEC­TO ARMA­ZON, un pro­yec­to lide­ra­do por Mar­ga­ri­ta Asuar en Espa­ña. Esta ini­cia­ti­va revi­ta­li­za vie­jos cas­ti­llos trans­for­mán­do­los en espa­cios expo­si­ti­vos de arte rela­cio­na­do con los 17 obje­ti­vos de sos­te­ni­bi­li­dad de la OCDE.

El maes­tro, por Lola Álva­rez Espe­jo,
para el ODS 4: “Edu­ca­ción de cali­dad”
Acción y Vida por Jesús Medi­na,
para el ODS 3: “Salud y bien­es­tar”

Las obras selec­cio­na­das inclu­yen pin­tu­ras, foto­gra­fías, escul­tu­ras y más. Dichos pro­yec­tos no solo atraen a los visi­tan­tes, sino que tam­bién crean una pla­ta­for­ma para pro­mo­ver la con­cien­cia social y ambien­tal, al tiem­po que pre­ser­van las estruc­tu­ras his­tó­ri­cas.

Cas­ti­llo de Mon­tea­gu­do de las Vica­rías, con­jun­to his­tó­ri­co bene­fi­cia­do con una expo­si­ción de Arma­zón, en Soria, Espa­ña.

Una palabra de precaución

No todas las ini­cia­ti­vas de turis­mo de arte com­par­ten los mis­mos obje­ti­vos sin fines de lucro y cen­tra­dos en la comu­ni­dad. Si bien algu­nas atrac­cio­nes pue­den pre­sen­tar­se como tales, pue­den ser prin­ci­pal­men­te comer­cia­les y basa­das en obje­ti­vos de ven­tas. En lugar de ayu­dar a las pobla­cio­nes loca­les, pre­ser­var el medio ambien­te o inclu­so apo­yar las eco­no­mías loca­les, podrían inclu­so obs­ta­cu­li­zar­las. Esto abor­da empre­sas como el Lou­vre de Abu Dha­bi.

El Lou­vre de Abu Dha­bi (Foto­gra­fía de Moha­med Som­ji, publi­ca­da por el Con­de Nast Tra­ve­ler)

La dife­ren­cia­ción entre pro­yec­tos que genui­na­men­te apo­yan a las comu­ni­da­des loca­les y aque­llos impul­sa­dos pura­men­te por intere­ses comer­cia­les es cru­cial para com­pren­der la ver­da­de­ra natu­ra­le­za del turis­mo de arte. Es esen­cial eva­luar crí­ti­ca­men­te tales ini­cia­ti­vas para garan­ti­zar que se ali­neen con los prin­ci­pios de desa­rro­llo comu­ni­ta­rio y pre­ser­va­ción cul­tu­ral sin fines de lucro, lo que per­mi­te que el turis­mo artís­ti­co real­men­te ten­ga un impac­to posi­ti­vo en los luga­res que bus­ca exhi­bir y apo­yar.

Sostenibilidad. Por último, pero no menos importante.

Al pro­mo­ver la con­ser­va­ción y reapro­pia­ción de espa­cios cul­tu­ra­les, esta for­ma crea­ti­va de turis­mo fomen­ta el desa­rro­llo eco­nó­mi­co sos­te­ni­ble en las zonas rura­les. Con­du­ce al enri­que­ci­mien­to tan­to para los via­je­ros como para las comu­ni­da­des loca­les.

El turis­mo de arte ofre­ce una expe­rien­cia de via­je úni­ca, sos­te­ni­ble y gra­ti­fi­can­te que com­bi­na la explo­ra­ción cul­tu­ral, la crea­ti­vi­dad y la pre­ser­va­ción del patri­mo­nio his­tó­ri­co.

Escri­to por Malu Ben­ja­mín
julio 12, 2023

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