Sobre la adicción a la moda rápida

La moda rápida no es tan brillante como parece

La adic­ción a la moda rápi­da se ha con­ver­ti­do en un pro­ble­ma gene­ra­li­za­do en la socie­dad actual y está tenien­do un gra­ve impac­to en la salud y el bien­es­tar de todas las gene­ra­cio­nes, espe­cial­men­te de las más jóve­nes. ¿Por qué? Esta adic­ción a la ropa bara­ta y dese­cha­ble no solo es dañi­na para el medio ambien­te, sino que tam­bién gene­ra muchos otros pro­ble­mas, inclui­dos pro­ble­mas de salud men­tal y estrés finan­cie­ro.

Para muchos jóve­nes, la moda rápi­da es una ten­ta­ción irre­sis­ti­ble. Con sus pre­cios bajos y esti­los en cons­tan­te cam­bio, es fácil ver por qué tan­ta gen­te se ena­mo­ra de este tipo de ropa. Sin embar­go, la reali­dad es que La moda rápi­da no es tan bara­ta ni tan fácil como pare­ce.

El precio de la moda rápida

Uno de los prin­ci­pa­les pro­ble­mas de la moda rápi­da es que está dise­ña­da para usar­se solo duran­te unas pocas tem­po­ra­das, o inclu­so solo unas pocas sema­nas. El núme­ro de veces que se usa una pren­da ha dis­mi­nui­do alre­de­dor de 36% en 15 años! Esto sig­ni­fi­ca que las per­so­nas nece­si­tan com­prar ropa nue­va cons­tan­te­men­te, inclu­so si ya tie­nen sufi­cien­te en su guar­da­rro­pa. Esto lle­va a un con­su­mo exce­si­vo, que es uno de los mayo­res pro­ble­mas de la indus­tria de la moda en la actua­li­dad, y tam­bién pue­de ser cau­sa de pro­ble­mas eco­nó­mi­cos entre las per­so­nas que caen en esta adic­ción.

Ade­más del cos­te finan­cie­ro, la moda rápi­da tam­bién tie­ne muchos otros efec­tos nega­ti­vos en la salud y el bien­es­tar de las per­so­nas. La ropa sue­le estar hecha con mate­ria­les bara­tos y de baja cali­dad, que no duran, pue­den ser incó­mo­dos e inclu­so pue­den ser tóxi­cos a la piel

En la par­te psi­co­ló­gi­ca, esta pre­sión cons­tan­te por tener ropa y esti­los nue­vos pue­de gene­rar pro­ble­mas como ansie­dad y depre­sión. Muchas per­so­nas sien­ten que nece­si­tan man­te­ner­se al día con las últi­mas ten­den­cias y esti­los, y esto pue­de gene­rar ansie­dad y estrés. Nun­ca lo ten­drán todo, nun­ca con­se­gui­rán tener en su arma­rio todas las micro­ten­den­cias que se gene­ran sema­nal­men­te. La nece­si­dad cons­tan­te de com­prar ropa nue­va con­tri­bu­ye a los sen­ti­mien­tos de insu­fi­cien­cia y baja auto­es­ti­ma.

Este es un ciclo muy peli­gro­so, ya que muchas per­so­nas vin­cu­la­rán su valor a la ropa nue­va que tie­nen, y no ter­mi­na­rá de bue­na mane­ra, tan­to con depre­sión como con una cuen­ta ban­ca­ria vacía.

Adicción a la moda rápida
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85% de nuestra ropa termina en vertederos

Ade­más del impac­to psi­co­ló­gi­co en las per­so­nas, la moda rápi­da tam­bién tie­ne nume­ro­sos efec­tos ambien­ta­les nega­ti­vos. La pro­duc­ción de ropa bara­ta y dese­cha­ble requie­re muchos recur­sos, inclui­dos agua, ener­gía y pro­duc­tos quí­mi­cos. Esto lle­va a con­ta­mi­na­ción, des­igual­dad y enfer­me­da­des entre ambos tra­ba­ja­do­res y con­su­mi­do­res.

Ade­más, la eli­mi­na­ción de ropa de moda rápi­da tam­bién es un pro­ble­ma. La mayor par­te de esta ropa ter­mi­na en ver­te­de­ros, don­de tar­da mucho tiem­po en rom­per­se y des­com­po­ner­se. Los relle­nos sani­ta­rios están dise­ña­dos para alma­ce­nar dese­chos sóli­dos, como basu­ra domés­ti­ca y escom­bros de cons­truc­ción. Sin embar­go, no están dise­ña­dos para dese­char ade­cua­da­men­te la ropa, que tie­ne nece­si­da­des espe­cí­fi­cas. Los ver­te­de­ros de la moda pue­den libe­rar pro­duc­tos quí­mi­cos y micro­fi­bras en el medio ambien­te a medi­da que se des­com­po­nen a lo lar­go de los años, cau­san­do más daños duran­te mucho más tiem­po.

Alternativas

A pesar de estos pro­ble­mas, la moda rápi­da sigue sien­do una opción popu­lar para muchas per­so­nas. Sin embar­go, es impor­tan­te reco­no­cer los efec­tos nega­ti­vos de esta adic­ción y tomar medi­das para rom­per el ciclo. Hay una serie de alter­na­ti­vas a la moda rápi­da, como com­prar ropa de segun­da mano, inver­tir en mar­cas de moda sos­te­ni­bles y de alta cali­dad, o hacer tu pro­pia ropa. Al tomar estas deci­sio­nes, las per­so­nas pue­den redu­cir el impac­to ambien­tal y mejo­rar la salud men­tal y finan­cie­ra.

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Escri­to por David Ferre­ro
febre­ro 15, 2023

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